16.3.09

Mi visita al Iztlazihuatl, por Anel Ramirez

Un ejército de verdaderos soldados,
resguardan la cascada de los diamantes,
y ante curiosos caminantes,
se vuelven amables acompañantes.

Inquietas las aguas, su algarabía cantan,
y de México sus rincones,
despiertan singulares emociones,
cuando los amaneceres se levantan.

Rugido de montaña Largo sendero Ejército verde del Iztlazihuatl Arriba el telónAl final del camino

1 comentario:

  1. Me gusta el rugido de la montaña, el mensaje me hace vivirlo

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