16.3.09
Mi visita al Iztlazihuatl, por Anel Ramirez
Un ejército de verdaderos soldados,
resguardan la cascada de los diamantes,
y ante curiosos caminantes,
se vuelven amables acompañantes.
Inquietas las aguas, su algarabía cantan,
y de México sus rincones,
despiertan singulares emociones,
cuando los amaneceres se levantan.
resguardan la cascada de los diamantes,
y ante curiosos caminantes,
se vuelven amables acompañantes.
Inquietas las aguas, su algarabía cantan,
y de México sus rincones,
despiertan singulares emociones,
cuando los amaneceres se levantan.
Una sesión de Dos, por Dalia Chávez
Era un día nublado y muy frío, que durante la hora de la tomada de fotos se despejó un poco y le permitió al señor Sol salir de entre las algodonadas nubes para retratarlo y que fuese parte de las evidencias a punto de ser capturadas, de uno de los momentos más bonitos, yo supongo, en la vida de una mujer: Su embarazo.
Bonita y productiva tarde. De las fotografías que más he disfrutado al ver los resultados.
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